lunes, 2 de febrero de 2015

Sistema muscular


El sistema muscular del cuerpo es lo que permite a los humanos a moverse. Trabaja en conjunción con el diseño de la palanca del sistema esquelético y bajo la dirección del sistema nervioso. Es el sistema muscular del cuerpo humano el que nos permite respirar, caminar, bailar y digerir los alimentos.


Tipos

Hay tres tipos de músculos en el cuerpo: liso, cardiaco y esquelético. De estos tres músculos, los liso y cardíaco son involuntarios, es decir, trabajan sin pensamiento consciente bajo la dirección del sistema nervioso autónomo. Los músculos esqueléticos son voluntarios y conscientemente decidimos moverlos. Además, los músculos esqueléticos contienen dos tipos de fibras de tipo I y tipo II, también referidos a veces como las fibras de contracción rápida o fibras de contracción lenta.

Músculo liso


El músculo liso se encuentra en todo el sistema digestivo y es fundamental para la correcta absorción de los nutrientes y la eliminación de los desechos. Lleva el alimento a través de nuestros cuerpo para que el estómago pueda descomponerlo por el intestino delgado para absorber nutrientes y el intestino grueso prepare los desechos para su eliminación. El músculo liso también recubre los pulmones y hace las paredes de los vasos sanguíneos. La contracción y relajación del músculo liso crea la presión arterial.

Músculo esquelético

El músculo esquelético es el tipo más abundante de tejido en el cuerpo humano. Se adhiere a los huesos y las articulaciones, a través de los ligamentos y los tendones. El movimiento se produce por la contracción y la relajación que se extrae de las articulaciones del sistema esquelético. La contracción rápida o fibras tipo I proporcionan energía explosiva y rápida, debido a la gran cantidad de energía suministrada de las mitocondrias. La contracción lenta o fibras de tipo II almacenan grandes cantidades de energía a fin de proporcionar la resistencia para actividades tales como carreras de larga distancia.

Cardíaco

El músculo cardíaco se encuentra sólo en el corazón y tiene los rasgos de los músculos tanto lisos y esqueléticos. Su función principal es establecer y regular el ritmo cardíaco. El músculo cardíaco tiene extra de las mitocondrias en las células para asegurar un suministro abundante de energía ya que el corazón nunca descansa. El músculo cardíaco también contiene las células marcapasos para coordinar el ritmo cardíaco. Hasta el año 2009, se creía que el cuerpo no producía nuevas células cardíacas, pero la revista Science publicó un estudio que muestra que regeneráramos las células cardíacas a lo largo de nuestras vidas (ver Referencias para el enlace).

Lesiones


Las lesiones del músculo cardíaco se llaman ataques al corazón, que es cuando parte del músculo cardíaco muere debido a la falta de oxígeno de las arterias ocluidas. Las lesiones del músculo esquelético pueden implicar torceduras, esguinces o roturas, que pueden ser prevenidas con un acondicionamiento adecuado y el calentamiento antes del ejercicio. La lesión del músculo liso a menudo pasa desapercibido, pero las arterias y las venas pueden dañarse por los coágulos de sangre. Las enfermedades gastrointestinales, tales como la diverticulitis, pueden interferir con la función del músculo liso y destruir el tejido muscular en el intestino.

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