El sistema muscular del cuerpo es lo que permite a los humanos a moverse. Trabaja en conjunción con el diseño de la palanca del sistema esquelético y bajo la dirección del sistema nervioso. Es el sistema muscular del cuerpo humano el que nos permite respirar, caminar, bailar y digerir los alimentos.
Tipos
Hay tres tipos de músculos en
el cuerpo: liso, cardiaco y esquelético. De estos tres músculos, los
liso y cardíaco son involuntarios, es decir, trabajan sin pensamiento
consciente bajo la dirección del sistema nervioso autónomo. Los músculos
esqueléticos son voluntarios y conscientemente decidimos moverlos.
Además, los músculos esqueléticos contienen dos tipos de fibras de tipo I
y tipo II, también referidos a veces como las fibras de contracción
rápida o fibras de contracción lenta.
Músculo liso
El músculo liso se encuentra
en todo el sistema digestivo y es fundamental para la correcta absorción
de los nutrientes y la eliminación de los desechos. Lleva el alimento a
través de nuestros cuerpo para que el estómago pueda descomponerlo por
el intestino delgado para absorber nutrientes y el intestino grueso
prepare los desechos para su eliminación. El músculo liso también
recubre los pulmones y hace las paredes de los vasos sanguíneos. La
contracción y relajación del músculo liso crea la presión arterial.
Músculo esquelético
El músculo esquelético es el
tipo más abundante de tejido en el cuerpo humano. Se adhiere a los
huesos y las articulaciones, a través de los ligamentos y los tendones.
El movimiento se produce por la contracción y la relajación que se
extrae de las articulaciones del sistema esquelético. La contracción
rápida o fibras tipo I proporcionan energía explosiva y rápida, debido a
la gran cantidad de energía suministrada de las mitocondrias. La
contracción lenta o fibras de tipo II almacenan grandes cantidades de
energía a fin de proporcionar la resistencia para actividades tales como carreras de larga distancia.
Cardíaco
El músculo cardíaco se
encuentra sólo en el corazón y tiene los rasgos de los músculos tanto
lisos y esqueléticos. Su función principal es establecer y regular el
ritmo cardíaco. El músculo cardíaco tiene extra de las mitocondrias en
las células para asegurar un suministro abundante de energía ya que el
corazón nunca descansa. El músculo cardíaco también contiene las células
marcapasos para coordinar el ritmo cardíaco. Hasta el año 2009, se
creía que el cuerpo no producía nuevas células cardíacas, pero la
revista Science publicó un estudio que muestra que regeneráramos las
células cardíacas a lo largo de nuestras vidas (ver Referencias para el
enlace).
Lesiones
Las lesiones del músculo
cardíaco se llaman ataques al corazón, que es cuando parte del músculo
cardíaco muere debido a la falta de oxígeno de las arterias ocluidas.
Las lesiones del músculo esquelético pueden implicar torceduras,
esguinces o roturas, que pueden ser prevenidas con un acondicionamiento
adecuado y el calentamiento antes del ejercicio. La lesión del músculo
liso a menudo pasa desapercibido, pero las arterias y las venas pueden
dañarse por los coágulos de sangre. Las enfermedades gastrointestinales,
tales como la diverticulitis, pueden interferir con la función del
músculo liso y destruir el tejido muscular en el intestino.
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